Según un artículo publicado esta semana en Technology Review, investigadores de la Universidad de Cincinnati afirman que un gel rico en plaquetas obtenidas de la propia sangre del paciente podría prevenir infecciones en heridas y cortes y acelerar, al mismo tiempo, su curación. Este descubrimiento implica que, en un futuro no distante, un "cocktail" concentrado de la sangre de una persona se podría utilizar en el vendaje de sus heridas, especialmente en pacientes con enfermedades como la diabetes que ralentizan el proceso de curación.
El secreto está en las plaquetas. En los últimos años, los investigadores han experimentado con distintos geles de plaquetas, estudiando sus efectos en la reparación de huesos y curación de hematomas e hinchazón de tejidos. Pero, a pesar de que se han obtenido resultados positivos en algunos casos, David Hom, director de la División de Cirugía Reconstructiva y Cirugía Plástica Facial de la Universidad de Cincinnati, afirma que todavía no está claro de qué manera influirían estos geles en el proceso de curación de heridas en individuos sanos.
En un experimento publicado en la revista Archives of Facial Plastic Surgery, Hom, por aquel entonces en la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota, y sus colegas estudiaron el efecto de los geles derivados de plaquetas en ocho individuos sanos. Para ello, Hom obtuvo muestras de sangre de cada sujeto y elaboró un gel individual para cada uno de ellos. Tras aplicar una anestesia local se realizaron pequeñas incisiones en los muslos de cada sujeto. Las heridas de una pierna se trataron con el gel y las de la otra con un antibiótico tradicional en pomada. Seis meses después, los sujetos volvieron para continuar el estudio y Hom y sus colegas observaron que las heridas tratadas con el gel se habían curado estadísticamente más rápido que las de control.
Cuando Hom comparó la cantidad de plaquetas presentes en el gel de cada sujeto, descubrió que los individuos con una concentración de plaquetas en gel seis veces superior a la de su sangre se curaban más rápido.
Aunque Hom solo estudió los geles en individuos sanos, afirma que ahora espera hacerlo en pacientes con problemas crónicos de cicatrización de heridas, como diabéticos o personas que estén recibiendo un tratamiento de quimioterapia
Según Robert Grant, Director de la División de Cirugía Plástica de la Universidad de Columbia, la aceleración observada en el proceso de curación de heridas en las personas sanas no es lo suficientemente importante como para considerar que el uso del gel sea rentable; la cuestión es si lo sería en pacientes con múltiples fracturas, que reciben radiaciones o con enfermedades vasculares. Y añadió que serán necesarios más estudios con pacientes de estos grupos para poder llegar a una conclusión.
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